Cuentan que cuando el Real Madrid fichó a Amancio Amaro, que venía de destacar en el Deportivo de la Coruña, al entrar al vestuario el primer día de entrenamiento y recoger su ropa, le dieron una camiseta sin el escudo del Real Madrid en el pecho. Preguntó a uno de los veteranos (en unas versiones he visto que a Gento y en otras que a Di Stefano) que por qué la suya no llevaba escudo, a lo que el veterano le respondió: "Porque ese escudo hay que ganárselo"
En el Valencia pasa algo parecido, pero sin el veterano que responde. Hemos tenido años muy malos, como por ejemplo el de Koeman, y entre Marchena y Baraja tiraron del resto para sacar la temporada más o menos adelante. Ahora no hay nadie con esos galones, bien por falta de carisma (como Parejo), bien por no haber respondido a las expectativas y estar más que cuestionado (como Negredo) o por juventud (como Alcácer)
Tenemos una plantilla que el año pasado metía el pie como si les fuera la vida en ello (al menos durante una parte de la temporada), supongo que porque tenían que renovar y querían estar en un proyecto que esperaban más ambicioso de lo que ha resultado, y que este año, una vez renovados y sin que les hayan traído competencia en verano, se han acomodado.
Si a eso unimos que los jóvenes que han llegado no se han visto en una igual en su vida, y que posiblemente serán muy buenos en el futuro, pero ese futuro va bastante más lejos del próximo partido, tenemos lo que está pasando. La plantilla del Valencia está como está por la planificación de este verano. Por las renovaciones injustas y los fichajes con relación precio/rendimiento más que discutible. Y lo dejamos en manos de un entrenador del mismo corte.
Nadie puede decir que Gary Neville sea buen o mal entrenador. De momento no sabemos cómo es y no tenemos referencias anteriores, por lo que estamos ante un experimento, y no estamos para eso señor Lim.
Pero bueno, el entorno está contento porque ha vuelto Suso García Pitarch (el secretario técnico que no hizo el equipo del doblete pero sí lo deshizo), con relaciones más que cordiales con Jorge Mendes, que es el que ha convertido el club en una mejillonera (gracias Chema Mancha) y como enlace con la afición van a traer a Jaume Ortí, que puede caer muy simpático, pero poco más.
Ahora me dirán que si soy Salvista, y tal y cual y todo lo que quieran, pero me baso en mis sensaciones. El Valencia con Salvo y Rufete daba la imagen de ser un club moderno, con un estilo y una forma de trabajar. Se potenciaba la escuela, se cuidaba al socio y se defendían los intereses del club, más allá de declaraciones más o menos afortunadas. La imagen que yo tenía del Valencia entonces era esa.
¿Cuál será la nueva imagen? Habrá que dar "a los nuevos" el beneficio de la duda que no han dado a otros, pero de momento me suena a algo conocido. Lim no se enteró del verdadero sentido de la manifestación que hubo en Valencia en aquél verano de la venta. Nos habría servido cualquier otro, porque no era una manifestación a favor de Lim, sino en contra de la caspa que llenaba las hombreras de la camiseta del Valencia CF. Esa caspa que vuelve poco a poco.