O hasta ganar, que en el fondo es lo mismo. Tras los nombramientos del primer consejo de ministros del gobierno de Rajoy, en el segundo han entrado en materia, y deben haberse equivocado de programa y han cogido el del PSOE en lugar del suyo, porque lo primero que han hecho ha sido subir los impuestos. Como muestra de lo que pensaban cuando eran oposición y toda la culpa era de Zapatero, un botón:
Los vídeos en los que hablan de la subida del IVA me los guardo para cuando una vez pasadas las elecciones andaluzas y se presente el proyecto de presupuestos, suban el IVA. Desde aquí animo a Esperanza Aguirre a que no se deshaga del autobús con el que iba recogiendo firmas en contra de la subida del IVA que hizo Zapatero.
El tema de prorrogar el subsidio de 400 €, pese a ser una buena noticia, choca frontalmente con aquellos portavoces del PP que hablaban de que la gente prefiere un trabajo a un subsidio, pero bueno, tampoco se pueden pedir milagros en dos semanas de gobierno.
Y con esto no estoy defendiendo la gestión de Zapatero, que por eso precisamente se desalojó al PSOE de la Moncloa (y de la forma que se le desalojó), pero al PP no se le ha votado para hacer lo mismo que el PSOE. Para ese camino no necesitábamos estas alforjas.
De momento, el gobierno del PP está dando la razón a Rubalcaba cuando decía que el verdadero programa del PP no era el que estaba en los papeles. Eso sí, no veo a la derecha mediática poner el grito en el cielo. Me recuerda a lo que pasaba con Hugo Sánchez: todos, incluidos los madridistas, estaban de acuerdo en que su comportamiento en el campo dejaba mucho que desear (por ser fino y no aludir a la prole de las trabajadoras del sexo), pero claro, los madridistas le perdonaban todo. Aludiendo a lo que intento evitar, para los madridistas era "nuestro hijo de puta".
Lo que sí que he visto es a Ana Mato, nueva ministra de Sanidad, en cuyo garaje florecían los Jaguar, referirse a la violencia de género como "violencia en el ámbito familiar" y después escudarse en que "lo de menos es el nombre". Debería recordarle alguien que precisamente su partido tiene recurrida en el Tribunal Constitucional la Ley que permite el matrimonio homosexual, aduciendo que no van en contra de los derechos de la comunidad gay, sino que no se puede llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo. ¿En qué quedamos?, ¿importa la terminología o no? Y no me voy a preguntar si esta señora se cree que somos tontos, porque la respuesta está clara desde el tema del Jaguar. Lo malo es que me parece que va a tener razón.