La verdad es que este puente que acabamos de pasar es un tanto raro. No hace tiempo para irse a la playa, suele ser un poco pronto para irse a esquiar y las navidades están a la vuelta de la esquina, así que se suelen aprovechar para hacer desplazamientos cortos a sitios a los que no irías en verano. Uno de ellos es Madrid, y es que parece que no se ve tanta gente en Madrid como en este puente.
Sin llegar a lo de hace 3 años, cuando me quedé atrapado en la boca de metro de Sol que da a la Calle Mayor, y me costó subir las escaleras más de 10 minutos, este año no ha sido menos que otros. El centro de Madrid era un hervidero de gente, de todo tipo, condición y procedencia. No era raro que te preguntaran las cosas que para los que vivimos aquí son de lo más obvio (como por ejemplo cómo ir a la Puerta del Sol en la calle Preciados) y sobre todo cómo ir a la Plaza Mayor, desde cualquier punto de Madrid. Además del ambiente pre-navideño, también están las jornadas de puertas abiertas del Congreso, que generan largas colas en la Plaza de las Cortes. No he ido nunca, pero es que eso de hacer hasta 4 horas de cola, no es que me apetezca mucho, aunque lo tengo entre los asuntos pendientes.
Desde luego que el ambiente acompaña a salir, aunque no acompañara el tiempo. Y recomiendo a todo el mundo que pueda que venga a pasar el puente de la Constitución (o de la Purísima, según gustos) a Madrid, una ciudad en constante ebullición y que siempre recibe al visitante con los brazos abiertos.
1 comentario:
A mí, mientras todos se queden dentro de la M-30, no me molestan. (Malditos civilizados inculturizados). En cuanto vuelva el buen tiempo, si puedo, vuelvo a mis actividades nomádicas.
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