Los Marxistas (V). ¿Mandatos ilimitados?

Hace poco, la comunidad internacional puso el grito en el cielo ante la intención de Hugo Chávez de convocar un referéndum para modificar la constitución y no limitar el número de mandatos a los que se podía presentar un candidato a la presidencia, tachando al controvertido presidente venezolano (no seré yo el que defienda sus decisiones políticas, pero tampoco le diré al pueblo venezolano lo que tiene que votar) de dictador y acusándole de querer perpetuarse en el poder.

También se cargó contra el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, por pretender lo mismo, aunque en este caso se atacaban más las formas que el fondo. Lo mejor son las voces que se alzan desde España, tachando la medida de nefasta, cuando en España los mandatos no están limitados.

Ahora, es el presidente colombiano, Álvaro Uribe, el que plantea la reforma constitucional para pretender lo mismo que Hugo Chávez y Manuel Zelaya, el poder presentarse a un tercer mandato, pero la comunidad internacional parece no haberse dado por aludida, porque no ha dicho esta boca es mía. ¿No es igual de malo?, ¿o es que disfrazado de deseos democratizadores para Honduras y Venezuela simplemente lo que se defiende es el interés propio?

Me parece bien que los países velen por sus intereses comerciales o del tipo que sean, pero que no nos tomen por tontos y nos intenten vender que lo hacen por la democracia. Todos sabemos que Venezuela es el cuarto productor de petróleo del mundo, y a las multinacionales les interesa un gobierno más manejable, no como el de Chávez, como interesaba otro gobierno en Irak o interesaba bajar los humos a Gadaffi en los 80, hasta el punto de bombardear Trípoli, para poder disponer del petróleo o del gas libios, pero que no se crean que somos tontos.

Porque otro tema es el de Gadaffi, que va a visitar las Naciones Unidas y ha pedido que instalen su jaima en pleno Central Park. El ayuntamiento no quiere, pero ya veremos si cede. De momento, el que en los años 80 era la reencarnación de Satán, que cobijaba terroristas y estaba fabricando armas de destrucción masiva (¿de qué me sonará eso?), nada más abrir sus pozos a las multinacionales pasó a convertirse en amigo de Occidente, al que se recibe en todos los países. España sin ir más lejos, y no hace ni un año.

A lo mejor, si nuestros dirigentes nos contaran la verdad más a menudo, nos los creeríamos más, y si no nos la cuentan, a ver si es porque en el fondo tienen algo de vergüenza. De todas formas, deberían usar esa poca vergüenza para no cometer hechos vergonzantes, no para ocultarlos.


PD.- No quiero terminar esta entrada sin recordar a un aficionado del Valencia, de cuando todavía existía la general de pie, y que supongo ya no estará entre nosotros debido a su avanzada edad ya entonces, que en un Valencia-Cádiz en aquellos años de tensión bélica entre EEUU y Libia, llamaba a los jugadores cadistas "fills de Gadaffi" como el colmo de los insultos, encolerizado y dejándose la piel y el aliento en ello. Muy grande.