viernes, 7 de mayo de 2010

Más ceros que unos

No suelo hablar de temas personales en este blog, pero por hoy haré una excepción (más) y me explayaré a gusto.

Odio la informática, o mejor dicho, odio el trabajo de informático, o mejor dicho: odio mi trabajo de informático. Lo de hacer páginas web está muy bien, pero cuando llevas 12 años, y antes, te das cuenta de que al final es sota, caballo y rey, que todos o casi todos los clientes son iguales y que los jefes son cada vez peores.

De verdad, estoy pensándome en mandar la informática a Parla y abrir una mercería, o algo similar, pero que dé menos preocupaciones, o por lo menos donde me pueda sentir más útil y no tenga que trabajar para que otro se lo lleve crudo. Si me lo llevo, que sea para mí, y si no me lo llevo, sería como ahora pero no se lo llevaría otro.

Tengo 37 años y no me imagino con 50 aguantando las tonterías de un chaval de 25 años que como tiene un master se cree que sabe más que yo. He visto varios ejemplos ya, y la verdad es que no quiero terminar igual.

¿Qué voy a hacer?, no lo sé, pero no descarto irme a otro sitio a hacer algo distinto. Un pequeño negocio propio o una franquicia en la playa, que por lo menos hace buen tiempo, aunque sea haciendo hamburguesas para guiris. Por lo menos sólo les aguantas el tiempo en el que se intentan hacer entender, y a lo mejor hasta aprendo inglés, o por lo menos a chapurrerarlo. Incluso a veces puede que hasta me hagan reír. Todo es mirarlo, y el ambiente no puede ser más decadente que estar aguantando a un capullo todo el día, durante todos los días. Eso se arregla con el derecho de admisión.

Si alguien se apunta, todo es hablarlo...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Amiguete, no se que decirte, pero si noquieres aguantar a nadie y vas a montarte algo, trabaja solo, o al menos no te hagas dependiente de tus trabajadores, o echaras de menos al capullo de tu jefe...levanta el ánimo.

Miki dijo...

¡¡Esos ánimos!!. Y mejor que un puesto de hamburguesas...un carrito de helado jeje.

De todas maneras y hablando en serio, por ejemplo montarse algún tipo de ecommerce podría ser factible. Todo es estudiarlo y lanzarse.

Sergio dijo...

Seguiría siendo informática Miki, y aunque no sería con la misma gente, sería más o menos parecido.

De todas formas, como tú dices, todo es estudiarlo y lanzarse, pero no sé yo...

El que apaga los subestaciones dijo...

Como diría el Doctor Jaus en la consulta gratuita: Eso es astenia primaveral. Un par de polvos y como nuevo.

Chorradicho lo cual, pasamos a respuestas serias. Primero las dudosamente paliativas:

Cada vez que te hartes de ver un "superior" que no lo es, echa cuentas: Tu contrato es de hace ¿10 años? y el de él de hace 10 minutos. A igualdad de titulación tu cobras vez y pico lo que él. ¿Ya te dije que conocí a un técnico con decenios de antigüedad que cobraba lo mismo que ciertos gerentes (ahora directores)?

Segundo: Si el pimpollo es un trepa, piensa en la cantidad de bolas de pelo rizado que va a terminar escupiendo para ascender o aumentar su sueldo. Si es que lo consigue.

Tercero: Si es un chaval decente y medianamente inteligente, piensa que en un tiempo prudencial ¿quince días? acabará siendo consciente de que la ha cagado entrando en semejante empresa. Si después de ese tiempo no le ves meditabajo y cabizbundo, es que no es ni medianamente inteligente o que entró deseando escupir bolas de pelo rizado.

Cuarto: Si te hartas de aguantar malos jefes, curros anodinos y tal, pide que te pasen a pruebas. No te harán ni puto caso, que eso no es para voluntarios. Lo reservan para que la gente se vaya y renuncie el finiquito. Cuando ven que el tiempo pasa y sigues, te envían de viaje por subestaciones, fuera de casa durante semanas. Así, si no te vas de la empresa, ya acabarán contigo los campos electromagnéticos.


Ahora la respuesta constructiva:

La recomendación del día es quedarte donde estás y aprovechar tu situación.

Sí, sí. Aprovechar tu situación.

Primero, porque ahora mismo la cosa económica está a medio camino entre el clavel reventón y el castillo de fuegos artificiales. En Madrid se nota más o menos dependiendo de por dónde te muevas. Pero como salgas a según qué provincias, esto parece el campamento del coronel Kurz.

Ahora no es momento para abandonar un contrato indefinido. Porque si no tienes un negocio con beneficios inmediatos y seguros durante los próximos 25 años, estás fuera del sistema económico. Y si el "importe" del contrato es anterior a la burbuja de las .com, ni te cuento la suerte que tienes.


Segundo, porque en el sitio en que estás no hay peligro de quiebra. De modo que constituye un trampolín perfecto para dar el salto al autoempleo. Esas 40 (próximamente 43) horas que curras por semana te dan la oportunidad de hacer negocios propios sin correr riesgos.

Mientras cobras la escualida nómina de un trabajador, puedes buscar clientes de pequeños proyectos que puedas desarrollar en tu tiempo libre. Mientras disfrutas de una remuneración segura tienes tiempo para identificar una actividad, informática o no, en la que poder establecer un negocio. Un negocio paralelo al principio, pero con vistas a ser el único.



Dicho lo cual, yo, francamente, me contento con el par de polvos que te decía. Bueno, a estas horas me conformo hasta con uno. Lástima que de noche la recepción del hotel la atienda un tío.