Llevamos una temporada en la que asistimos casi a diario a la misma expresión: "la reforma de XXXX es condición necesaria pero no suficiente". XXXX puede ser sustituido casi por cualquier palabra, porque la expresión lo mismo vale para el mercado laboral, el mercado financiero, la sanidad, la educación, y hasta los bajos de un pantalón.
Lo que digo viene a cuento por las últimas declaraciones de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, o como se le conoce en el mundo financiero, "MAFO", en un alarde de originalidad al que sólo le falta una L en la posición que todos estáis pensando. En estas declaraciones, hechas en el en el XIX Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte y ABCm y que recoge Europa Press, el presidente del Banco de España dice que la reestructuración financiera "no será suficiente por sí sola para que el crédito vuelva a fluir"
En esa misma intervención ha declarado que es "importante acometer otras reformas económicas que den confianza a los consumidores e inversores", lo que dicho en román paladino viene a ser que hasta que no lo tengan todo no piensan abrir la mano, que a ver qué nos hemos creído.
De momento ya se ha reformado el mercado laboral a base de quitar derechos a los trabajadores, se han subido los impuestos, se han presentado los presupuestos con recortes en todo menos en la aportación del estado a la iglesia católica (escribo con minúsculas a propósito) e incluye una amnistía fiscal, y se está reestructurando el mercado financiero, eso sí, esto último a base de inyectar dinero. Como colofón, ayer, el gobierno, casi con nocturnidad y de tapadillo "anunció" que iba a recortar 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación, en otro incumplimiento más de su "programa electoral" (si es que lo había) o por lo menos de lo declarado por Rajoy antes de las elecciones, que se llenó la boca diciendo que no recortaría en pensiones, sanidad y educación. Faltan las pensiones.
Así que todas estas "reformas" (o ajustes, según dicen en el PP, que lo de los eufemismos se lo encuentran hecho) es condición sine qua non para que los bancos abran la mano y el crédito empiece a fluir, que es lo que de verdad hace falta para que se reactive la economía española. Yo a eso le llamo extorsión.
El capitalismo sólo se conforma con todo, y cuando ya lo tiene quiere más, así que me parece que todas estas reformas no serán suficientes, pero si no nos ponen delante la zanahoria del crédito no nos tragamos los palos que nos están dando para que "avancemos". Eso sí, los únicos que avanzan son los que quieren hacer negocio a partir de privatizar lo que hasta ahora teníamos por derecho y porque lo habíamos pagado. Porque el problema no es que la sanidad sea cara, sino el aeropuerto de Castellón, la ciudad del Circo de Alcorcón, los coches oficiales, las reformas de despachos innecesarias, los asesores y los mayordomos para servir el café. Pero para eso no hay castigo, porque sin ellos tampoco hay reformas, y el capitalismo por sí mismo no las puede hacer sin los políticos. Y no hablo de colores, hablo de políticos, que en todas partes cuecen habas.
¿Vamos a dejarles que se salgan con la suya? Lo peor es que no sé si quiero oír la respuesta. Mientras nos hagan creer que es necesario tragaremos con todo, pero debemos tener claro que nunca les parecerá suficiente.
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