martes, 23 de octubre de 2012

Cuestión de elegir

El PSOE se ha pegado un batacazo de miedo en las elecciones gallegas y vascas, en las que ha perdido prácticamente un tercio del apoyo que los ciudadanos depositaron en ellos en las anteriores elecciones autonómicas en los dos territorios.

Parece que llega el momento de que en el PSOE se pongan a hablar de renovación en serio, y no faltan los "barones" y actuales dirigentes que se han apresurado a hablar del tema, siempre con palabras tan rimbombantes como vacías, y a las que tan acostumbrados nos tienen.

Bono habla de renovación a fondo, mientras que Jáuregui habla de "reconquistar el centro sociológico". Como si existiera, o como si hubiera sido suyo alguna vez.

En España no hay apenas centro sociológico, o por lo menos político, y no hay más que analizar las elecciones de todos estos años para darse cuenta. Cuando hay alta participación, gana el PSOE, cuando no, gana el PP. ¿Y esto por qué? Porque no hay un centro sociológico que se decida por unos u otros el momento antes de votar, hay una derecha que siempre vota y una izquierda que vota o no en función de a quién tenga que votar.

El electorado de izquierdas es mucho más crítico con "sus" representantes y más idealista que el de derechas, así que cuando considera que el partido al que suele votar ha traicionado sus ideales, deja de votarle, como sucedió en las elecciones generales de 2011. Sin embargo, el votante de derechas vota a su partido sí o sí, lo que explicaría resultados como los de la Comunitat Valenciana todos estos años. Y no entro a hacer juicios de valor, que cualquier voto me parece tan válido como otro.

Así las cosas, el PSOE no tiene que "reconquistar" nada. Para empezar, porque esta mal llamada crisis lo que se está cargando precisamente es ese centro, formado al 100% por la clase media, que es la que se verá reducida a mito si no cambian mucho las cosas. Al final de esta estafa, que no es más que la consecuencia lógica del capitalismo extremo que nos ha gobernado estos años, no habrá clase media, sino ricos y pobres. El PSOE debe elegir a quién quiere representar, pero que sepa que los ricos ya tienen elegidos a sus representantes. Es su turno.

Si quiere representar a los obreros de sus siglas, que se deje de gaitas y encabece un programa de izquierdas hecho por gente de base, que lleve 30 años pateando las calles recogiendo firmas y colgando carteles, y no 30 años en un despacho oficial. Sería el primer paso, y creo que necesario.