Hoy no voy a escribir mucho, más que nada porque lo me pide el cuerpo decir podría llevarme una temporada a la sombra, o podrían acusarme de tener "videos en los que llama al levantamiento popular (pero popular de verdad, no del PP) en las redes sociales", aunque los más cursis dirían "en la blogosfera", y si algo sobra, son cursis. Y sinvergüenzas.
En estos tiempos en los que la desvergüenza se ha convertido en un valor positivo, nos encontramos con reportajes como el del programa Informe Semanal de Televisión Española, que lleva por título "El silencio de los ricos españoles".
Que la verdad es que deben estar apretadicos en la casa esa de Delaware. Estas son las empresas que tenemos. Luego piden que nos congelemos los sueldos, que se flexibilice el mercado laboral (para nosotros, por supuesto), y los políticos vitorean con los pantalones bajados hasta los tobillos. En el caso de que alguna vez se los hayan llegado a subir más arriba de las rodillas. A lo que yo les digo lo que en el siguiente vídeo:
Ganas me dan. Como de decirle a la tal Carmen Reviriego del reportaje de TVE que salga de la calle Serrano y de Somosaguas y se dé una vuelta por cualquier barrio de Madrid, más que nada para que se baje de su nube, aunque la verdad es que no se debe de vivir mal.
Y por si tenía dudas acerca del límite de mi indignación, hoy nos desayunamos con el siguiente vídeo. En él, en las noticias de la BBC, el broker Alessio Rastani nos da las claves de esta "crisis", y lo pongo entre comillas porque yo sigo pensando que esto es una monumental estafa.
A las pruebas me remito:
Llevo diciendo varios años que el mercado se rige por la codicia (y tampoco creo haber descubierto la pólvora), y va este tío y tiene que venir a darme la razón. No tendrá más cosas que hacer, como por ejemplo entregarse a las autoridades competentes, aunque algo me dice que ha debido dejar por imposible la búsqueda de tal oxímoron.
Si hay que tranquilizar a los mercados, que les den un valium, porque como me los dejen a mí, se iban a tranquilizar, pero a base de bien. La misma tranquilidad con la que Cristobal Montoro dice que "el impuesto de patrimonio no hay que derogarlo, sino que hay que dejarlo morir". Previo cobro, por supuesto, que "tota pedra fa paret", aunque hayamos puesto a la piedra a caer de un burro, que para eso somos la oposición.
Y por último, decirle al señor Rajoy que está muy bien el dicho de que si te encuentras con un gallego en una escalera no sabes si sube o baja, pero no estaría mal que alguien que aspira (por tercera vez) a ser presidente del Gobierno de España, supiera por lo menos hacia dónde va. Y si no se atreve a decirlo, casi prefiero que no lo sepa. Eso sí, creo que las leyes no van manuscritas, así que no podrá decir que no entiende su letra.
Lo dicho, hoy más que nunca me apetece empezar a dar leches sin mirar. Por desgracia, la posibilidad de acertar y que se la lleve alguien que se la merezca, es elevadísima. Casi del 100%.