lunes, 14 de junio de 2010

Feria del Libro 2010

Ayer finalizó la Feria del Libro de Madrid 2010, que se celebró, como todos los años, en el Paseo de Carruajes del Parque del Retiro. Este año han bajado las ventas, pero sobre todo debido al mal tiempo que ha estado haciendo esta última semana, lo que ha retraído la presencia de público.

Ayer, sin embargo, salió un día espléndido (por lo menos comparando con el sábado que no dejó de llover), así que puesto que había salido a desayunar al Museo del Jamón y que, total, estaba a un paso, me acerqué a dar una vuelta y a comprarme el último libro de Matilde Asensi: Venganza en Sevilla.

Lo que pasa es que soltarme a mí en la Feria del Libro es como soltar un toro en la calle, que nunca sabes lo que va a pasar, así que al final me compré 3 libros y porque me pude contener, porque hubiera caído alguno más. Al fin y al cabo, ese es el cometido de la Feria del Libro, vender más con la excusa de que te puedes llevar tu ejemplar firmado por el autor.

Y entre los autores podemos encontrar de todo. Desde los consagrados como Matilde Asensi, Fernando Sánchez-Dragó, Javier Reverte, Almudena Grandes o Antonio Muñoz Molina, hasta los que aprovechando un supuesto tirón mediático (casi siempre de parte de la televisión) sacan un libro y esperan que lo compremos. Por ejemplo: no sé qué habrá escrito Rafa Méndez, y ojalá sea una gran obra, pero el bagaje que presenta es haber sido profesor en el programa "Fama, ¡a bailar!", de la cadena de televisión Cuatro y mezclar el inglés con el español al hablar, haciéndose famoso su uso de la palabra amazing. Y aquí las pruebas de que estaba firmando:

La foto no es buena, pero es que estaba en la cola para que Matilde Asensi me firmara los libros que había comprado y no pensaba moverme más, y el zoom de mi móvil es limitado. Al fin y al cabo, es un móvil.

También está gente que no ves desde hace tiempo y que te hace pensar ¿pero éste no estaba muerto? Afortunadamente, no era el caso que nos ocupa, y en una de las casetas estaba Don José María Carrascal, periodista de raza y escritor frecuente, al que seguramente todos recordamos por sus corbatas y por su voz más que por su profesionalidad, tan grande como curiosas sus corbatas.

Esta vez presentaba un libro sobre Don José Ortega y Gasset, que por lo visto no gozaba de mucho predicamento entre los asistentes. He de reconocer que yo tampoco compré el libro.

Y no podía faltar el ser humano que mayor partido ha sacado a la crisis económica, que empezó a hacerse conocido con un escrito que se difundió por internet y que luego ha ido saliendo en todos y cada uno de los programas de TV que le han invitado, con mención especial para Buenafuente. Estoy hablando del economista Leopoldo Abadía, que presentaba su enésimo libro sobre la crisis económica.

Aquí podemos ver al señor Abadía, luciendo la mejor de sus sonrisas mientras da la mano a uno de sus compradores. Si dicen que una crisis es un momento de oportunidades, el suyo es el mejor ejemplo. Ojo, y no le quito mérito, antes al contrario. El ver la oportunidad en tiempos de crisis es una habilidad que no abunda, porque no debe ser fácil. He de decir que tampoco me compré el libro.

Los que sí compré fueron dos de Matilde Asensi. El primero que me comr, Venganza en Sevilla, segunda parte de Tierra Firme, y que promete seguir con las aventuras de Catalina Solís/Martín Ojo de Plata en la Sevilla del Siglo de Oro. Espero pasármelo tan bien como con todos los anteriores. El segundo que me compré fue Todo bajo el cielo, el único que me faltaba por comprar de Matilde Asensi, y que no me terminaba de llamar la atención, pero que me decidí a comprar ayer.

Espero disfrutar tanto con ellos como con todos los anteriores y como disfruté ayer hablando con la autora mientras me los firmaba. He estado en algunas firmas y no pasan de las frases de compromiso, pero Matilde Asensi no daba esa impresión, además de mostrarse amable y para nada forzada en su actitud con su interlocutor. Si ya me habían conquistado sus novelas, ahora también me ha conquistado ella. Merecieron la pena los 45 minutos de cola para que me firmara los libros.

Y por último, vi que Alfredo Relaño firmaba ejemplares de su libro 366 historias del fútbol mundial, y como es un libro al que tenía ganas después del Futbolcedario que tanto me gustó, decidí comprármelo. Aquí, si bien la actitud del señor Relaño era afable con el lector, se veía otra cosa. Lo primero que hizo fue preguntarme si era del Madrid o del Atelti, para la dedicatoria. Cuando le dije que soy del Valencia, se descolocó un poco. Luego estuvimos hablando un par de minutos, y bueno, salió el tema de que Albelda es el cacique del vestuario del Valencia. Cómo no. De Alfredo Relaño no tengo foto.

En resumen, un muy buen día en la Feria del Libro, que redondeé con una cañita en el Museo del Jamón de vuelta a casa, que para eso me pilla de paso.

3 comentarios:

Tyrion dijo...

Pues habrán bajado las ventas, pero el día que estuve yo (el domingo del primer fin de semana) estaba a reventar. Tanto que a muchas casetas no te podias acercar porque había triple fila de gente esperando para echar un vistazo a los libros expuestos. Aún así me llevé unos 6 para casa. Ya tengo lectura para unos cuantos meses.

Yo me quedé con ganas de comprar algún comic a Alfonso Azpiri, buen dibujante y mejor ilustrador, que estaba firmando ese día. Y lo digo porque le vi que no estaba firmando con un boli, sino... ¡con pincel y acuarela!, pintando un pequeño original en los libros que le llevaban a la firma.

Y es que para todo hay que tener clase.

Sergio dijo...

Las ventas han bajado sobre todo en la última semana, y por el mal tiempo. Una semana lloviendo implica que vaya menos gente a la Feria, porque no hay dónde refugiarse, además de que el Retiro se pone como se pone. Además, tampoco apetece salir de casa, no nos vamos a engañar. Supongo que es normal.

Ayer estaba lleno hasta la bandera, también con varias filas en varias casetas.

El que apaga las subestaciones dijo...

Efectivamente. Yo fui el último sábado antes de que llegara el Monzón. Y esa tarde estaba petado. Lo cual no quiere decir que se vendiese mucho.

Y entre tanto amitesoooorador de libros, entre tanto decorador de paredes, entre tanto sueco modal pero no módico, ¿a qué no sabéis a qué liberal tuve ocasión de ver firmando? Siiii, Herrera, a Carlos Rodríguez Braun.

Y también a Abadía y a algún que otro "famoso" más. Incluso algún escritor, como Antonio Gala.

Pero como estoy en tratamiento de desintoxicación, no pude comprar ningún libro para que lo firmasen. Además, que no fui solo y no quise hacer esperar a mis acompañantes en una cola.


He de confesar que el otro día, recién vuelto de las llanuras palentinas, tuve una recaída y compré un ensayo histórico sobre el fin de la democracia.

No, no. Nada de viajes en el espacio-tiempo a Barcelona en Mayo de 1937. Se trata de la democracia ateniense.