
Lo que no cambia es toda la ceremonia de reacciones de unos y otros. El PSOE dice que es un cambio que potencia tal y cual cosa, el PP que Zapatero reconoce el fracaso de su política y IU (que todavía existe) le echa la culpa a los dos. Por su parte, a los nacionalistas les huele a cuerno quemado el tema de Chaves, porque su misión, que es la de "potenciar el estado de las autonomías y la cohesión territorial", les suena a que ahora tendrán que negociar con él en vez de con Zapatero, y parece más hueso que el presidente.
Lo mejor de todo, es que con las crisis de gobierno que hacía Aznar, los discursos eran al contrario, excepto en el caso de los nacionalistas, que también les parecían mal.
Esperemos que la forma de gobierno cambie, porque hacen falta decisiones valientes y no gestores de la nada, que cambian todo para que todo siga igual.
Lo que no espero que cambie, aunque me gustaría, es el discurso de todos y cada uno de los partidos políticos, supongo que por el miedo que tienen sus dirigentes a moverse y no salir en la próxima foto.
Habría que hacer algo por tener políticos que se dediquen a la política, y no a buscar su perfil bueno.
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