
Y, entrando en materia, tengo que reconocerlo: Francisco González (en de la cara de mandar) es un crack. Nombrado presidente de la banca pública Argentaria en 1996, cuando en 1999 se produjo la fusión-absorción de Argentaria por parte del BBV (que ya provenía de la fusión de Banco de Bilbao y Banco de Vizcaya) fue nombrado presidente del nuevo banco, en una operación sin precedentes, en la que el presidente de la entidad pequeña preside el banco grande.
No contento con eso, y a pocos días de su 65 cumpleaños, acuerda con su consejo de administración la ampliación de la edad de su jubilación hasta los 70 años, pero claro, el que se postulaba como nuevo presidente, el hasta ayer consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri (en la foto, el de la cara de tonto), se quedaba sin caramelo. ¿Cuál es la solución encontrada?
Una prejubilación. Como suena. Así que, mientras por una parte se aumenta la edad de jubilación del presidente del banco, se prejubila al consejero delegado a los 55 años, y con una pensión que ya la quisiera yo para mí o incluso para repartir entre varios: 3 M€ anuales.
Así, el que era número 3 del BBVA, Ángel Cano (el que no sabe donde poner las manos), y que como González viene de Argentaria, sube un peldaño en el escalafón, con lo que el señor González se asegura la sucesión y lo deja todo atado y bien atado (¿a qué me recordará esto?, ¿tendrá González una luz encendida siempre en su casa?), manteniendo la preeminencia de los directivos de Argentaria sobre los del BBV.
La desvergüenza de estos señores no tiene límite. Mientras con una mano piden, con la otra se lo reparten, y los demás el culo porque a los señores no se les ocurría otra cosa que especular con nuestro dinero para ser cada vez más ricos. Y como premio, y este es un ejemplo más, jubilaciones de oro a las que la CEOE supongo que no pondrá ninguna pega, porque para eso es de los nuestros.
Mientras, para el currante se pide que se recorten los derechos laborales, el abaratamiento del despido y se nos echa la culpa de la crisis económica. Se corta el crédito al consumo y a las PYME's y autónomos y todos a apretar el culo.
Hoy mismo, Rajoy le ha preguntado a Zapatero en el congreso que qué pensaría si en una empresa privada, el director financiero se equivocara en su previsión de ingresos en 40.000 M€ al realizar el presupuesto. Yo le puedo contestar parcialmente: si trabajara en la banca privada, se llevaría un bono por objetivos y se jubilaría a precio de oro.
No quiero dejar de recordar al marxista entre marxistas, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que ayer se asombraba de que en este país no dimitía nadie. Una cosa es predicar y otra dar trigo, pero aunque Fabra sabe predicar y sabe lo que es el trigo, es más dado a quedárselo que a darlo.