He de reconocer que nunca había estado en un GP de Formula 1, pero que pienso repetir siempre que pueda. Me encantó todo, o casi todo, pero entraré en detalles más adelante. Estuve de Gran Premio 4 días, y digo 4 porque el jueves estuve en la jornada de puertas abiertas, con sus luces y sus sombras, pero por lo demás sorprendente y muy estimulante. El viernes, primera y segunda tanda de entrenamientos libres de Formula 1, el sábado tercera tanda de libres y entrenamientos oficiales y el domingo el GP. Todo ello aderezado por las carreras de GP2, Formula BMW y Copa Porsche. Como para no aburrirse.
El jueves
Algo me sonaba de haber visto en la tele sobre las famosas jornadas de "puertas abiertas" para los aficionados, así que estuve al tanto y me apunté. Para ello debía ir al Beach Park, que habían instalado junto al circuito y recoger la invitación presentando la entrada de los 3 días. No estuve en el Beach Park durante los días del GP, pero creo que es donde la Sexta puso todo su montaje para los aficionados, aunque el miércoles todavía no había nada y poco había que ver. El caso es que con un calor insoportable, fui a por las entradas para la jornada de puertas abiertas, que prometía sobre todo mucho calor.
El jueves a las 4, la cola era bastante larga, debido a la gente y también a que estaba muy estirada porque buscábamos el hilito de sombra como Marco buscaba a su madre. Abrieron las puertas, y cuando todos (o muchos) esperábamos entrar directamente al pit lane, nos dieron paso a la zona comercial, donde por toda atracción había un simulador de Formula 1 de Renault al "módico" precio de 10 € y un par de puestos de merchandising abiertos, permaneciendo los otros cerrados. Ahí me di cuenta de lo que importa realmente en la Formula 1 (aunque estaba por asegurarlo sin temor a equivocarme antes de esto), que es la pasta. Que compremos gorras, camisetas y todo lo que se nos ponga por delante. Del agua hablaré cuando me refiera al viernes.
El caso es que estuvimos allí una hora esperando a que nos dieran paso al circuito y la zona de pit lane, bajo un sol abrasador, como sólo sabe serlo el sol de Valencia a la hora del café, y además en el puerto, con lo que ello acarrea de humedad. Menos mal que de vez en cuando corría un poco de brisa.
A las 5 nos dieron paso al circuito y al pit lane y allí se desató la Alonsomanía, con todos corriendo a coger sitio delante del box de Renault, mientras el resto de boxes tenían a, como mucho, una fila de personas haciendo fotos. Pudimos ver cómo Toyota y BMW ensayaban los cambios de neumáticos (no así McLaren, con lo bien que les hubiera venido) y la nota de color la puso Ferrari, a los que no se les ocurrió otra cosa que pasar dos veces con el coche de Luca Badoer de un extremo al otro del pit-lane.
Al final, Alonso no apareció por el box de Renault, con lo que la Alonsomanía al final se quedó sin ver a su ídolo. Estuvieron Nick Heidfeld y Robert Kubica por BMW, Pedro Martínez De la Rosa por McLaren, Adrian Sutil y Giancarlo Fisichella por Force India, Jarno Trulli y Timo Glock por Toyota, Rubens Barrichello y Jenson Button por Brawn GP, Sebastian Buemi y Jaime Alguersuari por Toro Rosso y Mark Webber y Sebastian Vettel por Red Bull, aunque no todos firmaron autógrafos, limitándose a dejarse ver. El más accesible fue Vettel, al que prácticamente no dejaban irse a fuerza de pedirle fotos.
El jueves
Algo me sonaba de haber visto en la tele sobre las famosas jornadas de "puertas abiertas" para los aficionados, así que estuve al tanto y me apunté. Para ello debía ir al Beach Park, que habían instalado junto al circuito y recoger la invitación presentando la entrada de los 3 días. No estuve en el Beach Park durante los días del GP, pero creo que es donde la Sexta puso todo su montaje para los aficionados, aunque el miércoles todavía no había nada y poco había que ver. El caso es que con un calor insoportable, fui a por las entradas para la jornada de puertas abiertas, que prometía sobre todo mucho calor.
El jueves a las 4, la cola era bastante larga, debido a la gente y también a que estaba muy estirada porque buscábamos el hilito de sombra como Marco buscaba a su madre. Abrieron las puertas, y cuando todos (o muchos) esperábamos entrar directamente al pit lane, nos dieron paso a la zona comercial, donde por toda atracción había un simulador de Formula 1 de Renault al "módico" precio de 10 € y un par de puestos de merchandising abiertos, permaneciendo los otros cerrados. Ahí me di cuenta de lo que importa realmente en la Formula 1 (aunque estaba por asegurarlo sin temor a equivocarme antes de esto), que es la pasta. Que compremos gorras, camisetas y todo lo que se nos ponga por delante. Del agua hablaré cuando me refiera al viernes.
El caso es que estuvimos allí una hora esperando a que nos dieran paso al circuito y la zona de pit lane, bajo un sol abrasador, como sólo sabe serlo el sol de Valencia a la hora del café, y además en el puerto, con lo que ello acarrea de humedad. Menos mal que de vez en cuando corría un poco de brisa.
A las 5 nos dieron paso al circuito y al pit lane y allí se desató la Alonsomanía, con todos corriendo a coger sitio delante del box de Renault, mientras el resto de boxes tenían a, como mucho, una fila de personas haciendo fotos. Pudimos ver cómo Toyota y BMW ensayaban los cambios de neumáticos (no así McLaren, con lo bien que les hubiera venido) y la nota de color la puso Ferrari, a los que no se les ocurrió otra cosa que pasar dos veces con el coche de Luca Badoer de un extremo al otro del pit-lane.
Al final, Alonso no apareció por el box de Renault, con lo que la Alonsomanía al final se quedó sin ver a su ídolo. Estuvieron Nick Heidfeld y Robert Kubica por BMW, Pedro Martínez De la Rosa por McLaren, Adrian Sutil y Giancarlo Fisichella por Force India, Jarno Trulli y Timo Glock por Toyota, Rubens Barrichello y Jenson Button por Brawn GP, Sebastian Buemi y Jaime Alguersuari por Toro Rosso y Mark Webber y Sebastian Vettel por Red Bull, aunque no todos firmaron autógrafos, limitándose a dejarse ver. El más accesible fue Vettel, al que prácticamente no dejaban irse a fuerza de pedirle fotos.
En lo que a fotos se refiere, el día fue muy fructífero, ya que con los boxes abiertos y las guardias bajas, se pudieron hacer buenas fotos. Destacaría dos que pude hacer de los difusores traseros de Toyota y Ferrari, aunque me quedé con las ganas de hacer una foto del difusor trasero de Brawn GP. Otro año será, aunque ya no será lo mismo.
Para salir (por una salida muy mal señalizada y acondicionada) nos llevaron hacia la Marina, donde pudimos ver alguno de los barcos que estaban atracados para el fin de semana.
Así terminó la jornada del jueves, de la que me esperaba algo más, sobre todo a nivel organizativo, pero bueno, como experiencia no está mal.
El viernes
Tocó madrugón, porque no nos queríamos perder la primera tanda de entrenamientos libres y porque en realidad no sabia dónde quedaba la puerta de Nazaret, que es la que tenía asignada por mi entrada. Así que madrugón, metro hasta Marítim-Serreria y después una laaaaarga caminata, porque para poder acceder a la puerta de Nazaret, había que llegar hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias cruzando el puente de L'Assut d'Ór y subiendo por lo que serán las nuevas vías del tranvía a Nazaret. ¿La razón?, que las vías de Renfe cortaban el paso hacia el circuito, obligando a dar toda esa vuelta.
Como una hora después de bajar del metro llegaba a la puerta de Nazaret y nos llevábamos una de las primeras sorpresas del día: no dejaban entrar botellas de agua grandes, y las pequeñas sin tapón. ¿El motivo?, que podíamos tirarlas!!! Con el calor que hacía y la cantidad de piedras de todos los tamaños y formas que había al lado de la grada, no creo que a nadie se le ocurriera tirar una botella de litro y medio de agua, pero bueno, el negocio es el negocio, y si dejan entrar tanta agua no se venden la botellas de los bares de dentro, al "módico" precio de 3 € la unidad.
En resumen, llegamos a las 10, con un cabreo de mil pares porque no nos habían dejado entrar el agua que llevábamos, un calor de mil demonios y los Formula 1 que habían empezado a rodar. Pasábamos por la pasarela que nos llevaba a la zona interior del circuito, y por tanto sobre la pista, y los coches pasaban por debajo. En mi vida he visto temblar tanto una estructura al paso de un coche, pero es que claro, qué pedazo de coches...
Una vez en la grada, el sol nos recibió con los rayos abiertos y nos dejó claro una cosa: la mejor indumentaria para ir a la Formula 1 (por lo menos en las gradas del populacho y sobre todo en Agosto y en Valencia) es ninguna, o sea, en pelotas. En su defecto, se admite un bañador. Todo lo demás, excepto la gorra y las gafas de sol, sobra, aunque se corre el riesgo de que te dejen marcas.
En los primeros libres, poca gente en la grada y mucho ruido en la pista. Era la primera vez que veía a un Formula 1 en directo y me sorprendió el ruido que hace. Es como el de la tele, sí, pero además hay otros muchos ruidos que se escapan a los micros. Me sorprendió el ruido que hacen los motores al reducir marchas. Aproveché para intentar hacer fotos, y me di cuenta de lo complicado que es "cazar" en el encuadre a un coche a 300 km/h. Aún así, alguna foto cayó. Aquí van unas cuantas:
Rubens Barrichello
Entre las dos sesiones de entrenamientos libres de la Formula 1 tuvieron lugar los entrenamientos libres de la GP2 y la sesión de clasificación de la Formula BMW. Están locos. Son un verdadero espectáculo, porque no se cortan para nada. Está claro que el coche es más lento y más manejable que el Formula 1, pero es que es para verlos. Puro espectáculo.
Terminados estos "entremeses", la segunda sesión de libres de Formula 1 nos regaló el mejor tiempo para Fernando Alonso, lo que nos hacía concebir esperanzas para el sábado y el domingo, aunque de sobra es sabido que los libres del viernes tampoco indican nada. En todo caso, los tiempos fueron mejores que en la primera tanda y se notaba que los coches iban más finos.
Aguantamos hasta los entrenamientos oficiales de GP2 y después nos fuimos a casa, que ya habían sido muchas horas al sol, las piernas y los brazos estaban al rojo vivo y aquello no había hecho sino comenzar.
El sábado
Mejor pertrechados que el viernes, con crema protectora, una toalla para secarse el sudor, agua en botellas pequeñas y los tapones escondidos convenientemente, nos presentamos en la puerta de Nazaret a las 10:30 de la mañana, para asistir a los entrenamientos libres de Formula 1, que empezaban a las 11. Nuestra sorpresa fue cuando vimos que ya dejaban entrar botellas de agua grandes sin tapón, y es que el día anterior habían vaciado las papeleras llenas de agua, y eso no puede ser.
A las 11 en punto salieron otra vez a la pista, pero nuestro gozo en un pozo. A los 15 minutos, Vettel rompía su motor en la parte trasera de nuestra grada. Bandera roja y mientras los comisarios echaban sepiolita en la pista, casi se terminó la sesión de libres, que se reanudó cuando sólo quedaban 5 minutos.
Así las cosas, y con muchas más ganas de ver Formula 1 que cuando habíamos entrado, vimos los entrenamientos oficiales de la Copa Porsche, y sí, los coches están muy bien, pero no es lo mismo. Es lo malo que tiene el verlos después de la Formula 1, que no resisten la comparación. Pese a ello, estuvo muy entretenido.
Pero a las 2 llegaba el primer plato fuerte del fin de semana, como fue la sesión de entrenamientos oficiales, que conformarían la parrilla de salida del domingo. La Q1 no arrojó grandes sorpresas, aunque siempre llama la atención ver a un Ferrari en última posición, pero la Q2 tuvo emoción hasta el final, con Alonso eliminado hasta el último suspiro, cuando hizo octavo y se metió en la Q3. Y en la Q3, en lo que se refiere a Alonso, sin sorpresas, otra vez octavo, pero lo que no se esperaba nadie es que los dos Mclaren coparan la primera línea de la parrilla.
Se notaba que ya se la jugaban, porque la afluencia de gente era mucho mayor que el viernes o la primera hora del sábado. La grada, sin estar llena del todo, presentaba 3/4 largos de entrada, y supongo que se daría lo mismo en todo el circuito. Y con la misma velocidad con la que se llenó, se medio vació cuando terminaron los entrenamientos oficiales de Formula 1, con lo que nos quedamos unos cuantos a ver la GP2, que prometía espectáculo. Y lo dieron.
Carrerón de Petrov, que ganó la carrera del sábado y demostró que (a mi juicio) la GP2 se le queda algo pequeña ya, y terminó la jornada con la carrera de Formula BMW, que estuvo tan emocionante como promete el descaro de los pilotos. Tanto en una categoría como en la otra, se notaba que los pilotos llevaban el cuchillo entre los dientes.
Se notó la crema protectora y que ya eran dos días al sol, pero aún así, 7 horas al sol se hacen duras, sobre todo cuando has estado otras 6 el día anterior. Nos faltaba algo.
El domingo
Botellas de agua grandes y pequeñas, con los tapones a buen recaudo para poder taparlas dentro, cocacolas de medio litro y cerveza, que también dejaban entrarlas el domingo, crema protectora, toalla para secarse el sudor, gorra, gafas de sol y lo que nos había faltado el domingo, un vaporizador de agua. Y lo bien que venía cuando apretaba el sol...
Llegamos a las 10 de la mañana para ver la segunda carrera de GP2, que fue tan emocionante como la del sábado, con Petrov en plan superstar. Safety car incluido, aunque ya no era novedad en el fin de semana. Mientras, la grada se iba llenando con vistas al Gran Premio, y a las 2 de la tarde ya presentaban aspecto de lleno casi absoluto, por lo menos la grada N4, que es en la que yo estaba. El ambiente de las gradas ya no era el mismo. Todos lucían sus mejores galas, se veían caras pintadas y banderas por doquier. Muchos ferraristas, pero sobre todo muchos alonsistas. No en vano, estamos en España. El año que viene, si Alonso finalmente corre en Ferrari, puede ser la locura. A las 12:35 empezó el drivers parade.
A las 2 de la tarde empezó la carrera, pero no voy a hacer la crónica aquí, porque además de que hace mucho tiempo ya, es fácilmente accesible en cualquier sitio. Ganó Barrichello, que llevaba una mejor estrategia que Kovalainen y gracias a una cagada increíble de los mecánicos de Hamilton, que no encontraban una de las ruedas del coche del inglés. Ovación cerrada en la grada cuando enfocaron a su padre lamentando la maniobra en boxes, y es que los Hamilton se hacen querer. Muy bonito el detalle de Barrichello, dedicando el triunfo a su compatriota Felipe Massa.
Y todos a casa. Afortunadamente, el servicio de autobuses funcionaba muy bien y pude volver a tiempo de terminar de hacer la maleta para volver a Madrid. Eso sí, el aeropuerto parecía una prolongación del circuito. Desde Ross Brawn a todos los mecánicos de los equipos, de casi todos los equipos, que tomaban vuelos hacia todas partes, volviendo a casa para aprovechar los pocos días libres hasta el siguiente GP, con el que había sólo 7 días de diferencia.
El año que viene más, aunque esta vez quiero ir a Montmeló. Eso sí, a las entradas baratas, que el ambiente mola.
PD.- Tanto las fotos como los vídeos los he hecho yo personalmente, así que pido disculpas por la calidad y sobre todo por lo "movido" de los vídeos. Está claro que no me podría dedicar a robar panderetas...
1 comentario:
Bien, bien. Me ha gustado mucho tu reportaje. Pero... Pero no he entendido una cosa: ¿Toalla para secarse el sudor? ¿Tan alto llegó?
En ese tipo de eventos siempre hay unos "enanos oscuros", allí, abajo, en lo más profundo de las instalaciones principales del circuito. Justo debajo de donde estaba el Rey o el que fuera, al otro extremo vertical del circuito, debían estar pasándolas puCENSURADOtas los del sistema de tiempos. Porque, si no recuerdo mal, fue ahí donde metieron la gamba, la cigala, la langosta, el buey de mar y hasta el de tierra.
En algún momento, hacia el final, se dejaron de recibir tiempos y posiciones. Fue cuando Alonso y los demás pilotos iban preguntándose unos a otros a ver si entre todos juntos acababan por enterarse de / confeccionar la clasificación del gran premio.
Esos sí que tuvieron buenos motivos para rezar.
Lo sabe uno, que antes de fraile fue cocinero (de datos).
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