29-S. Lavado de cara general

El próximo 29 de Septiembre, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han convocado una huelga general para protestar contra la reforma laboral y los recortes en pensiones, sueldos de funcionarios y otras partidas sociales, llevados a cabo por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Hasta aquí, todo correcto, todo muy loable y todo muy bien. Parece que los sindicatos se preocupan de los problemas de los trabajadores y es perfecto el que se convoque una huelga general debido a que la crisis la estamos pagando los de siempre, y no los verdaderos culpables, que se van a ir de rositas y con los bolsillos aún más llenos que antes. Pero tenemos que bucear un poco, porque a mí no me parece todo tan de color de rosa.

Para empezar, esta reforma laboral, impuesta por el gobierno y que no tiene un pase, viene tras dos años de "negociaciones" entre los dos sindicatos mayoritarios y la patronal, que no fueron capaces de ponerse de acuerdo en un texto de reforma laboral. ¿No fueron capaces o simplemente no quisieron? Yo voto por lo segundo.

Los sindicatos no querían cargar sobre sus espaldas con la responsabilidad de firmar un acuerdo en el que se recortaran derechos adquiridos por los trabajadores, así que cuando fue por "so" fue por "arre", pero el caso es que no se firmó. También hay que decir que era un marrón bien presentado por el gobierno, que revistió de diálogo social lo que en realidad era una forma de escurrir el bulto y no cargarse con los recortes a sus espaldas. Hasta que ya no pudo escurrir el bulto más.

Una vez no les quedó más remedio, porque estaba claro que dos no se ponen de acuerdo si uno no quiere, y menos si no quiere ninguno de los dos, el gobierno presentó por la fórmula del Real Decreto la nueva reforma laboral. Como se podía imaginar, suponía mayor flexibilidad, lo que en román paladino quiere decir mayor facilidad para despedir. Y es que parece que todo se resuelve favoreciendo el despido.

Obviamente, los sindicatos no podían dar la callada por respuesta, pero tampoco querían enfadar al gobierno, así que avisaron con la huelga general, pero diferida, es decir, 3 meses desués de que se promulgara el Real Decreto, y una vez había pasado el trámite de ratificación en el congreso, lo que le da rango de Ley. ¿Por qué no se hace antes?, supongo que porque en el fondo están de acuerdo, pero tienen que dar imagen de sentirse ultrajados en sus más profundas convicciones, si es que aún las conservan.

En vez de llamar a la huelga entre la promulgación del RD y su ratificación, lo que podría haber obligado al gobierno (en caso de éxito) a no presentarlo en el congreso, con lo que quedaría derogado en 3 meses, se han esperado a que esté convenientemente ratificado y convertido en Ley para que no se pueda decidir unilateralmente su retirada. Ahora debería presentarse una moción en el congreso para su derogación, que se haría por votación. ¿Hay mayoría parlamentaria para hacer eso? La respuesta es no.

Así las cosas, esta huelga general se transforma en un lavado de cara de los sindicatos (y no sólo de CCOO y UGT, sino también de USO y CGT, entre otros, que también hacen una convocatoria paralela para el mismo día) que saben que no hay nada que hacer, porque esta ley no se va a derogar por mucho que madruguen y por muy exitosa que sea la huelga general. Porque USO y CGT también convocan huelga general para el día 29 de Septiembre, pese a gritar a los cuatro vientos que no están de acuerdo con la fecha elegida, por lo menos en el caso de USO.

Ya he dicho antes que me parece perfecto que se convoque una huelga general, porque el tema es lo suficientemente grave como para ello, pero que se haga cuando puede servir de algo. Y sí además dices que no estás de acuerdo con la fecha, no la convoques para la misma fecha. Hay que ser un poco consecuente al menos. Convócala antes, cuando toca, y si no te hacen caso, por lo menos por ti no ha quedado.

Soy sindicalista, y sin embargo esta es mi opinión acerca de la huelga. No todos tenemos que dar el taconazo con lo que diga el sindicato, y si quieren que lo dé, conmigo que no cuenten.