El carrito del helao (II)

No seré yo el que defienda al ministro de Justicia por irse de cacería con el juez Garzón, en primer lugar porque no me gusta la simple idea de ir de cacería, y segundo, porque la mujer del César, además de ser honrada, debe parecerlo, pero tampoco comprendo que, por parte del PP, se tome como prueba definitiva para declarar a los cuatro vientos que desde el gobierno se está urdiendo una trama contra el PP.

Porque el PP ha desempolvado el viejo manual de estilo de Aznar y ha vuelto a sacar a relucir las teorías de la conspiración que tanto se han empeñado en machacar una y otra vez en el pasado. Primero fue lo que sucedió en Madrid el 13 de Marzo de 2004, cuando se quejaban de una conspiración del PSOE para ocultar pruebas a los responsables de interior que les llevaran a decir que el atentado de 2 días antes había sido responsabilidad de ETA. Sin embargo se les olvida decir que Aznar, en su discurso institucional, no dijo la palabra ETA en ningún momento, como tampoco la dijo el Rey, en un discurso, como todos los discursos del Rey gobierne quien gobierne, supervisado por Moncloa.

Luego fue el tema de las mochilas y las pruebas falsas, que al final se ha demostrado que era falso, y después muchas otras cosas, siempre para presentarse como víctimas de oscuros intereses del contrario.

Y no estoy diciendo que el PP sea el culpable de la trama que está investigando Garzón, ni del espionaje en la Comunidad de Madrid, porque los responsables tienen nombre y apellidos, y si están afiliados al PP o no, no debe importar. Chorizos, presuntos o no, hay en todos los partidos, como Vera, Roldán y Barrionuevo en el PSOE o Naseiro y Palop en el PP, y su condición de chorizo no tiene nada que ver con las siglas que digan defender. Son chorizos, punto.

Así que del mismo modo que no me pareció que lo de Roldán, Vera o Barrionuevo fuera una causa general contra el PSOE, porque no lo fue, tampoco creo que esto sea una causa general contra el PP, con la circunstancia de que además los casos están instruídos por el mismo juez, héroe hace unos años y villano ahora. Tan villano que hasta Rajoy ha pedido su recusación por irse de caza con el ministro de Justicia.

También rompe relaciones con el ministerio de Justicia hasta que no dimita su responsable. Y me parece bien que se pida la dimisión si no se está de acuerdo con su gestión (si es por haberse ido de caza con Garzón ya no me parece tan bien), pero el interés de los españoles, del que tanto se llena la boca, debería estar por encima de quién sea el ministro de Justicia, y hacen falta demasiados arreglos que deben pactarse entre todos como para dejarlos de lado por quién sea el ministro.

Eso sí, la foto le ha quedado de miedo. Con Rita Barberá dirigiendo la orquesta, Gallardón al lado de Rajoy, Camps en primera fila como damnificado de la trama de corrupción "EN" el PP (que no "DEL PP") y Esperanza Aguirre detrás de todos, para que no le puedan decir que no apoyó, pero que tampoco le puedan sacar la foto a relucir en un futuro en el que posiblemente aspira a ocupar el atril.

El problema de esta foto, es que me parece que hay demasiados muertos en el armario como para presentarse como víctima de una conspiración, o a lo mejor es para eso, para cuando vayan saliendo.