viernes, 15 de mayo de 2009

Cañas y Tapas: Las patatas bravas

Hoy inicio una nueva serie de entradas en el blog, en el que hablaré de las tapas y raciones más comunes, o mejor dicho, las que más me gustan. Por supuesto que se admiten sugerencias, que siempre está bien probar nuevos sabores. Empezaré por las indiscutibles reinas de las cenas de tapeo: las patatas bravas.

Si hay una ración en la que todo el mundo se pone de acuerdo, es en las patatas bravas. Durante por lo menos una época de nuestra vida se convierten en las verdaderas estrellas en toda cena entre amiguetes, luego con la edad, nos pasa como con el ketchup, que te gusta de pequeño pero luego te gusta más la mostaza.

Con el tiempo nos hacemos más sibaritas y nos gustan otras cosas, pero de vez en cuando te siguen apeteciendo, para qué nos vamos a engañar. Ya sean unas bravas como las que hacen en Valencia, con ajoaceite y tomate, o con salsa brava, como las hacen en Madrid, y la variación de las patatas mixtas, con salsa alioli y salsa brava.

Parece mentira que siendo una receta tan sencilla se puedan encontrar tantas variedades. Desde las que sólo llevan ajoaceite y pimentón picante, cortadas en tacos, en cachelos, patatas de guarnición cocidas y fritas, sólo fritas, con piel y sin piel... Y lo mejor de todo es que todas están buenas.

Las que más me gustan a mí, y recomiendo encarecidamente, son las que hacen en Almería, en un bar que se llama La Charka, en la calle Trajano, con el añadido de que además te las ponen de tapa. Eso sí, también recomiendo pedirse un tubo de cerveza en lugar de una caña, porque pican como el mismo demonio.

Mención aparte merece una cadena de locales de Madrid, verdadero homenaje a la salsa brava, cuya receta tienen patentada. El nombre: Las Bravas, y se encuentran en el centro de Madrid, entre la Puerta del Sol y la Plaza de Santa Ana. Se pueden tomar por supuesto patatas bravas, pero también oreja con salsa brava y tortilla de patatas con salsa brava. La carta es limitada, pero si vas es porque te gusta la salsa brava, que es a lo que sabe todo lo que hacen.

Y otro día hablaremos de los bocatas de calamares.

3 comentarios:

Miki dijo...

Rica, rica la entrada de hoy...

Sobre las bravas un par de recuerdos:

De las que más me gustaban estaban las de Manolo en la calle Princesa cerca del intercambiador de Moncloa.

Y todavía recuerdo un bareto al que íbamos a reponernos tras las pachangas de mi equipillo de fútbol. Con cada mini te ponían un plato de bravas y terminábamos que nos salían las patatas por las orejas.

Anónimo dijo...

Tendrías que darte una vuelta por Ávila y probar las patatas revolconas, seguro que también las mencionarías en tu blog. Además también te las dan de tapa con la consumición.

Sergio dijo...

Tendré que ir a Avila para probarlas, en cuanto vaya prometo poner una entrada al respecto.

Gracias por la sugerencia.