Como diría Ernesto Sevilla cuando empieza un monólogo: "Soy Ernesto Sevilla y vamos a partirnos el culo". En este caso no es Ernesto Sevilla, sino la Compañía Yllana, que ha estrenado su nuevo espectáculo: "Brokers". El resultado en este caso es cierto: te partes el culo.
No me gustan las palabras "desternillante" e "hilarante", y mucho menos "descacharrante", con las que nos suelen presentar laa películas americanas, o las obras de humor. En este caso, es porque además se quedan muy cortas. Durante la hora y media que dura la obra no paras de reírte y cuando termina de rompes las manos aplaudiendo, porque se lo merecen.
El listón que ellos mismos se han marcado en su trayectoria es altísimo, sobre todo si tomamos como referencia 666, una pieza de humor negro que se morirán representando, porque la gente no quiere deshacerse de ella. Ni falta que hace. Pero con Brokers llegan por lo menos al nivel de 666, marcando un hito en sus espectáculos. Seguro que éste también lo representan hasta el fin de los tiempos.
Introducen cambios, sobre todo en lo referente a escenografía, puesto que usan 3 grandes pantallas que van cambiando en función del sketch que se esté representando, y también hacen un mayor uso de los sonidos y las onomatopeyas pregrabadas, pero que clavan en el tiempo, dejando claro que de improvisación nada, que es un espectáculo muy currado.
Ahora les ha tocado a los brokers, ridiculizados, cómo no, hasta la caricatura, pero que es reconocible por cualquier persona. El amor al dinero, las marcas, las drogas, la envidia, el juego... todo está perfectamente reflejado en este espectáculo que, sinceramente, no me importaría volver a ver pasado un tiempo. Muy recomendable.
No me gustan las palabras "desternillante" e "hilarante", y mucho menos "descacharrante", con las que nos suelen presentar laa películas americanas, o las obras de humor. En este caso, es porque además se quedan muy cortas. Durante la hora y media que dura la obra no paras de reírte y cuando termina de rompes las manos aplaudiendo, porque se lo merecen.
El listón que ellos mismos se han marcado en su trayectoria es altísimo, sobre todo si tomamos como referencia 666, una pieza de humor negro que se morirán representando, porque la gente no quiere deshacerse de ella. Ni falta que hace. Pero con Brokers llegan por lo menos al nivel de 666, marcando un hito en sus espectáculos. Seguro que éste también lo representan hasta el fin de los tiempos.
Introducen cambios, sobre todo en lo referente a escenografía, puesto que usan 3 grandes pantallas que van cambiando en función del sketch que se esté representando, y también hacen un mayor uso de los sonidos y las onomatopeyas pregrabadas, pero que clavan en el tiempo, dejando claro que de improvisación nada, que es un espectáculo muy currado.
Ahora les ha tocado a los brokers, ridiculizados, cómo no, hasta la caricatura, pero que es reconocible por cualquier persona. El amor al dinero, las marcas, las drogas, la envidia, el juego... todo está perfectamente reflejado en este espectáculo que, sinceramente, no me importaría volver a ver pasado un tiempo. Muy recomendable.
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