jueves, 1 de octubre de 2009

El carrito del helao (XIII): Detrás del biombo

El martes, después de la rueda de prensa en la que Ricard Costa solicitaba una comisión de investigación, tuvo lugar en las Corts Valencianes el debate de política general, en el que Camps lanzó un pulso a Rajoy, dejando caer que si quería acceder a la presidencia del Gobierno, Valencia es imprescindible. O sea, él, que ha asumido sin el menor atisbo de sonrojo aquél el Estado soy yo de Luis XIV aplicado a la Comunitat Valenciana, aunque más que considerarse el President Sol, debería preocuparse más por no terminar a la sombra.

Eso llevó a que ayer, en el Parador de Alarcón y detrás de un biombo (no sé si para que no se les viera o para todo lo contrario) se reunieran Mariano Rajoy y Francisco Camps durante 5 horas. Lo del biombo me recuerda a los periódicos con agujeros para los ojos de los espías de opereta, porque me parece que no es lo más discreto precisamente. Así que me asalta la duda de si se hizo con el ánimo de ser discretos o con el ánimo contrario, de dar a entender que Rajoy está sobre el tema y que ha llamado a capítulo a Camps.

Hoy se verá si es verdad o no. Habrá que ver si se toman de verdad medidas contundentes, como se reclamaba desde la dirección nacional del PP incluso después de que Costa las diera por aplicadas. De momento, le ha salido el tiro por la culata porque no se ha admitido la denuncia presentada contra la policía por la generación de ese informe. Posiblemente esto no cambie nada, pero de cara a la opinión pública da la imagen de que la policía tiene razón, pese a ser un mero aspecto procesal.

En todo caso, seguro que ahora asistimos a un cierre de filas, miradas para otro lado, comunicados sin preguntas y acusaciones a los demás de querer desviar la atención de la crisis con el tema Gürtel, precisamente lo que se intenta con esas acusaciones. Yo, en todo caso, no descartaría que Costa sea contundentemente obligado a dimitir por motivos personales.

Lo que sí que está claro, es que si alguien debe tomar medidas, nadie mejor que Camps para hacerlo. Algo debió aprender en Milano o Forever Young.

2 comentarios:

El que apaga las subestaciones dijo...

Punto primero: Imagina que eres el rey, el señor, ¡el puCENSURADOto amo! Y que decides reunirte con uno de tus siervos, un currito, aunque sea de algún nivel. ¿Le llamas a tu despacho? ¿El vasallo irá a la corte de su señor para rendirle pleitesía? ¿Peregrinará a Roma para recibir la bendición del Sumo Pontífice? ¿Se postrará de bruces el hermano ante el abad en la sala capitular para confesar sus faltas y recibir consejo, ya que no penitencia? (Porque de esto se trataba, digo yo).

Y sin embargo, "nipatí nipamí". Quedamos a medio camino, en un centro de Paradores Nacionales (voy a comisión). ¿Y la bendición? ¿Y la pelitesía? ¿Y la jerarquía? ¿Quién tiene pillado a quién por dónde? (No nos vamos a hacer daño, ¿verdad? le decía aquel a su dentista mientra le sujetaba los cascabeles).

Punto segundo: De cara a la opinión pública... De cara a la opinión pública... ¿Cómo era? ¡Ah, sí! "Aquí pones una cabra y la votan". Pues eso. Hay que elegir en "corrutos" de ayer y "corrutos" de hoy. En torpes de ayer y en torpes de hoy. Eso es de lo que disponemos para elegir a los torpes "corrutos" del mañana. ¿Recuerdas tus clases de Historia Moderna? ¿Aquello de la Restauración? ¿Cómo acabó el turno de partidos por la corrupción y la falta de democracia? Pues esta es la Re-Restauración.

El que apaga las subestaciones dijo...

Se me olvidaba. ¿La foto del castillo es tuya? (Sacada por ti)