Los niños siempre han querido ser astronautas, bomberos, futbolistas, médicos, veterinarios... Todas profesiones apasionantes a la vez que en algunos casos con un gran componente de ayuda a los demás. Supongo que porque son niños pequeños y la concepción de la radio que tienen es limitada y no pasa de ser "aquello que escucha papá por las noches y en la que hacen el fútbol", pero si pusieran más atención, seguramente de mayores (menos Aznar, que siempre quiso ser presidente del gobierno) querrían ser tertulianos.
Y es que ser tertuliano es pertenecer a otra raza, por supuesto superior, que se dedica a opinar sobre absolutamente todo, sentando cátedra cuando no "ex-cathedra", lo que suele pasar la mayoría de los casos.
Toda tertulia que se precie debe tener tertulianos que representen un papel determinado. Así tenemos el "pro", que siempre estará a favor de la postura oficial, llegando a defender una cosa y la contraria sin solución de continuidad. El "contra", que ejerce el papel contrario al "pro", con la misma aparente falta de sonrojo. El "animador", que es el que digan lo que digan los demás nunca está de acuerdo con ellos, tomando el camino de enmedio y la posición más demagógica posible, y el "cumplidor de cupo", que suele estar para que no digan que la tertulia no es plural, pero al que no hacen mucho caso.
Todos tienen una característica común, que es que entienden de todo. Lo mismo les da el consejo de seguridad nuclear, como la bolsa, la ley del aborto, fútbol o política internacional. Todo ello sin sonrojo alguno cuando meten la pata, cosa harto habitual por otra parte.
En resumen, que dicen lo que les da la gana, sin responsabilidad si meten la pata (refugiándose en la libertad de expresión) y encima cobran por ello...
¿De verdad que es mejor ser bombero?
1 comentario:
Buscamos tertulianos para un prograam de televisión de madrugada en una cadena de emisión nacional. Interesado contactar con susana.elena@bainet.es.
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