Primera victoria del Valencia en campo del Getafe en la corta historia de los enfrentamientos entre el equipo de la capital del Sur de Madrid y el nuestro. A simple vista, y en función del resultado, parece que ha sido muy fácil, pero hasta la expulsión de Soldado en la recta final de la primera parte no ha sido tan fácil, pese a que el resultado ya era de 0-1 merced a un gol de Manuel Fernandes desde fuera del área, a pase de Mata.
La segunda parte ha sido distinta a la primera. El Valencia ha controlado el partido en el centro del campo y el Getafe, que ya contaba con un jugador menos, no ha podido contrarrestar el jueg valencianista. Un segundo gol de Joaquín, de chut fuerte desde el borde del área, ha colocado el partido en franquicia al Valencia, que ya ha sido el claro dominador del partido hasta el final con un Getafe entregado.
El tercer gol de Vicente se convierte en una mera anécdota para hinchar el marcador, lo que no quiere decir que quite méritos al gol del de Benicalap, que está entrando en juego y volviendo a coger la forma.
Partido de cambios
Emery ha decidido hacer un cambio de sistema y se ha notado, tanto para lo bueno como para lo malo. Lo bueno es que al pasar a jugar un 4-1-4-1, el centro del campo se ha asentado. Fernandes es un centrocampista llegador, pero no un distribuidor de juego, y el Valencia lo estaba notando. La salida de Baraja primero y Edu después, hace que el que distribuya el balón sea ese otro jugador, y que Fernandes haga labores de apoyo y se dedique a llegar desde segunda línea, y Albelda se encargue de destruir y dársela al distribuidor, por lo que gana enteros en su juego. Lo malo es que Mata se queda demasiado escorado a la banda, con lo que su juego se resiente, igual que el de Villa, que se encuentra demasiado solo en punta. Si la segunda línea se incorpora como hoy no hay problema, porque tiene la suficiente calidad como para decidir un partido como el de hoy, pero si no es así, Villa está demasiado desasistido entre la defensa contraria.
Lo que no ha cambiado es la poca seguridad que últimamente da la defensa, desde la entrada de Marchena por Alexis. Vuelve de una lesión y se le nota, además de que se ve que no está compenetrado con Albiol, lo que hace que muchas veces se produzcan errores de marcaje de los centrales.
Parece que el 4-3-3 (o el 4-1-4-1) ya no es pecado, y que según quien lo haga es bien recibido o no. El caso es que no he oído a ningún jugador quejarse, como se quejaban el año pasado. Lo que me gustaría saber es a qué precio.
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