Y se llama Barack Obama. No por esperado deja de ser menos sorprendente, sobre todo por la amplitud del resultado conseguido por el candidato demócrata. A estas horas, Obama duplica a McCain en votos electorales (338 a 160), pese a que la diferencia en porcentajes de voto es de apenas 3 puntos.
Ahora habrá que ver cómo se desrrolla la presidencia de Obama, que no tomará posesión hasta el 20 de Enero. Lo que pasa es que creo que la ilusión se ha ido de madre. No es que no confíe en la capacidad de Obama, sobre todo porque parece que se ha sabido rodear de gente muy válida para sus puestos, pero tampoco a partir de ahora vamos a atar los perros con longanizas. La situación a nivel mundial es la que es, y el margen de maniobra que tenga es el que marcará la política que pueda hacer.
Esperemos que todo salga bien y no nos llevemos una desilusión, pero es complicado. Con que no sea muy grande, yo me conformaba.
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