El "¡ZAS!, en toda la boca" es para Lago, el defensa uruguayo del Rosenborg, que vio cómo las "chiquillas" y los "maricones" les metieron 4 goles como 4 soles.
El primero lo metió Mata con la inestimable colaboración del portero noruego, ya que el centro de Edu desde la izquierda rematado por el burgalés dió en el larguero antes de rebotar en la mano del meta y meterse en la portería. Pudo llegar también en la primera parte el segundo gol de Mata, pero fue anulado por fuera de juego.
La segunda parte fue mejor en juego por parte del Valencia, que dominó el tempo del partido y marcó el ritmo, no dejando a los noruegos prácticamente acercarse a la portería de Renan. En el minuto 75 llegó el segundo gol, obra de Pablo Hernandez en una jugada individual en la que se deshizo de dos defensas para marcar de tiro colocado con la derecha. Con el partido ya resuelto y con Baraja, Joaquín y Maduro en el campo, el Valencia marcó dos goles más, obra de dos de los suplentes, Baraja y Joaquín, que marcó tras empujar un pase de Morientes.
El 4-3-3
Emery parece que ha dado con la clave para jugar fuera de casa. Si quiere que los dos laterales suban a la vez tiene que proteger a los centrales, y la mejor forma es poner un mediocentro defensivo que se incruste entre los centrales cuando tenemos el balón, lo que ayuda a no dejar desguarnecida la retaguardia ante una eventual pérdida de balón y el consiguiente contraataque. Ahora falta ver si el domingo lo pone en Mestalla o vuelve al 4-4-2. Los resultados cosechados con los dos sistemas invitan al cambio, pero ya veremos.
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